En este proyecto se desarrolló la identidad visual para un festival dedicado a las alitas de pollo. El icono central hace alusión al característico picante de las alitas, capturando la esencia del evento a través de un diseño vibrante y atrevido.
La paleta de colores refuerza esta representación de lo picante y una variedad de sabores, creando una experiencia visual que resuena con el concepto de sabor intenso. La estética es una mezcla entre lo grunge y lo moderno, uniendo lo clásico de los food trucks con un toque de modernidad, reflejando así el carácter versátil y dinámico del festival.